domingo, 13 de octubre de 2013

¿ Qué es desertificación?

La desertificación es la degradación de las tierras áridas, semiáridas y zonas subhúmedas secas. Causado principalmente por variaciones climáticas Y actividades humanas tales como el cultivo y el pastoreo excesivo, la deforestación y la falta de riego. La desertificación no se refiere a la expansión de los desiertos existentes. Sucede porque los ecosistemas de las tierras áridas, que cubren una tercera parte del total de la tierra, es extremadamente vulnerable a la sobre explotación y a un uso inapropiado de la tierra.



La desertificación es un problema ambiental y socio-económico de alcance mundial que exige especial atención. Es un proceso específico que se distingue de fenómenos similares, en otras zonas más húmedas del mundo, porque tiene lugar en condiciones climáticas muy duras y afecta negativamente a zonas con recursos naturales limitados de suelo, agua y vegetación.


La desertificación contribuye al cambio climático mundial aumentando el albedo de la superficie terrestre y disminuyendo la tasa actual de de evapotranspiración, modificando el equilibrio energético en a superficie y la temperatura del aire contiguo y añadiendo polvo y dióxido de carbono a la atmósfera.



LAS CAUSAS

   Las variaciones climáticas: cuando la temperatura aumenta y permanece alta durante varios meses y las lluvias son raras e irregulares, la vegetación crece con dificultad. Se trata de la sequía, término que designa al fenómeno natural que se produce cuando las lluvias han sido significativamente menores a los niveles normales registrados, y que produce graves desequilibrios hidrológicos que perjudican a los sistemas de producción agrícolas. 

        Las actividades humanas: en los países donde la mayor parte de los recursos económicos dependen de la explotación agrícola, existen pocas o ninguna fuente alternativa de ingresos. Los suelos se empobrecen debido a su utilización excesiva y al abandono o disminución del período de barbecho, necesario para mantener la productividad de la tierra. Esto conlleva la pérdida de materia orgánica, que a su vez limita el crecimiento de las plantas. Todo ello ocasiona una reducción de la cobertura vegetal, dejando los suelos desnudos, que son más vulnerables a la erosión.



Cuando el suelo se degradada y es arrastrado por vientos violentos o por crecidas repentinas de los cursos de agua, las cosechas son más pobres, el ganado sufre y se no se desarrolla como debería. Una de las consecuencias más importantes de esta situación es la disminución de los ingresos de las comunidades rurales. De acuerdo con la Convención, la degradación de las tierras causa la disminución o la desaparición de la productividad de los suelos, de la vegetación, de las tierras cultivadas y del pastoreo, así como de los bosques. En casos extremos, sobrevienen la hambruna y la pobreza, convirtiéndose a su vez en causa y consecuencia de la degradación de la tierra.

consecuencias

El problema alcanza igualmente a la fauna

 Extinción de animales
  Retracción de sus áreas
Pérdida de la diversidad genética
  Desequilibrios en las poblaciones

En la Argentina hay unas 300 especies de mamíferos, casi todas en graves situaciones de sobre vivencia  La presión sobre la fauna no solo deriva de la alteración de los ambientes, sino del comercio basado en el paupérrimo nivel económico de pobladores rurales que encuentran en la cacería una solución económica. Así la fauna silvestre constituye un capital en pleno deterioro.

La ganadería, que constituye una de las actividades productivas de las zonas áridas y semiáreas   ha sufrido igualmente las consecuencias de la desertificación. El paso de una ganadería vacuna dominante en un tiempo hacia una caprina es la norma general. El exceso de pastoreo, las talas, el mayor escurrimiento y la pérdida de suelo, entre otros.


La pérdida de diversidad biológica en el mundo, especialmente en las zonas que son centros de origen de las principales especies de cultivo en el mundo, como el trigo, la cebada, el sorgo, y el maíz. Aumenta la pérdida de biomasa y productividad del planeta y contribuye al agotamiento de la reserva mundial de humus, perturbando las transformaciones bioquímicas mundiales y, en particular, reduciendo el sumidero mundial de dióxido de carbono.




CONVENCION CONTRA LA DESERTIFICACION




Un tratado de las Naciones Unidas, la Convención Internacional de lucha contra la desertificación en los países afectados por sequía grave o desertificación, en particular en África (1994), se ocupa de este problema. 





La Convención, en la que son parte 186 países, establece el marco para todas las actividades encaminadas a combatir la desertificación y se centra en el aumento de la productividad del suelo, su rehabilitación y la conservación y re ordenación de las tierras y recursos hídricos. Asimismo insiste en la participación popular y en la creación de un "entorno propicio" que ayude a la población local a valerse de sus propios medios para remediar la degradación del suelo. También incluye criterios para que los países afectados preparen programas nacionales de acción y asigna una función sin precedentes a las ONGs en la formulación y ejecución de esos programas.
Esta Convención tiene como objetivo principal el promover una acción efectiva a través programas locales innovadores y cooperación internacional de apoyo, estableciendo las pautas para luchar contra la desertificación y mitigar los efectos de la sequía en los países afectados por sequía grave o desertificación, en particular en África, a través del mejoramiento de la productividad del suelo, su rehabilitación y la conservación y ordenación de los recursos de las tierras y los recursos hídricos, en el marco de un enfoque integrado acorde con el Programa 21, para contribuir al logro del desarrollo sostenible en las zonas afectadas.
También enfatiza la participación popular y la creación de condiciones que ayuden a la población local a evitar la degradación de los suelos de forma auto suficiente  Por otro lado, asigna a las organizaciones no gubernamentales una función sin precedente en la preparación y ejecución de programas para evitar la desertificación.

La Convención reconoce que la batalla para proteger las tierras áridas será muy larga, ya que las causas de la desertificación son muchas y complejas, por lo que se tendrán que hacer cambios reales y difíciles, tanto a nivel internacional como local.

BIBLIOGRAFIA:

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